Finlandia ofrece atractivos y actividades durante todo año. La mayor parte de los museos y las galerías de arte permanecen abiertos tanto en verano como en invierno. No obstante, probablemente muchos viajeros se decanten por los meses más cálidos, entre mayo y septiembre, para acudir al País de los Mil Lagos ya que, además de las consabidas ventajas del buen tiempo, el verano es el período del sol de medianoche. Al norte del Círculo Ártico el invierno es una fría confluencia de singular luz azulada y profunda melancolía. A pesar de que nieva a partir de noviembre, el suelo permanece embarrado hasta finales del invierno: la temporada de esquí resulta especialmente propicia a partir de febrero, el mes más frío, y en Laponia se puede esquiar hasta junio.