El eisteddfod (reunión de bardos) es una institución genuinamente galesa e, históricamente, se desarrolló como un concurso de poesía y música. El primero se celebró en 1176, pero después del siglo XVII perdió su popularidad, tras las iras de los severos protestantes inconformistas. En torno a 1860 se fundó la National Eisteddfod Society con el objetivo de recuperar la tradición de Gales en toda su amplitud. En la actualidad, se celebran tres eisteddfod importantes y otros de carácter local. El coro masculino galés también está ampliamente establecido en la nación, y está vinculado a los colectivos mineros del sur de la península. Tienen sus raíces en el metodismo, y en sus repertorios abundan los himnos. Aunque muchas de las comunidades que les dieron vida ya han desaparecido, los coros aún sobreviven, pero con importantes modificaciones, ya que han abierto sus puertas a las mujeres y los visitantes.
Gales es conocida por su enraizado inconformismo; de hecho los protestantes inconformistas, que se caracterizan por un fuerte puritanismo, se implantaron de forma espectacular en este territorio. En el siglo V llegó el cristianismo y, durante la reforma, la península formó parte de la iglesia anglicana. En el siglo XVIII las nuevas clases trabajadoras industriales optaron por unirse a diferentes sectas, entre ellas la bautista, la metodista y la congregacionista. En 1850, el 80 por ciento de la población practicaba el protestantismo inconformista y, en 1920, no se practicaba la doctrina anglicana. En la actualidad, sin embargo, sólo 220.000 galeses se reconocen como inconformistas.
Una de las características que más diferencian a Gales del resto de Gran Bretaña es la supervivencia del galés como lengua viva. Este idioma pertenece a la familia céltica, y dentro de ésta a la rama _P_, junto con el bretón y el córnico. Durante la ocupación romana, una amplio porcentaje de su población adoptó el bilingüismo (latín y galés); aún en la actualidad puede percibirse la influencia del latín en esta lengua. El galés se desarrolló completamente en el siglo VI, y hoy es una de las lenguas más antiguas de Europa. La Revolución Industrial trajo consigo una afluencia de angloparlantes a Gales; a lo largo del siglo XIX, el porcentaje de galeses que hablaban su idioma materno descendió del 80 al 50 por ciento. Actualmente sólo el 20 por ciento de la población, principalmente en las zonas noroeste y oeste, se comunican en galés. Los activistas luchan por su divulgación; se ha aceptado legalmente, se publican revistas bilingües y la cadena de televisión galesa S4C (Channel 4 Wales) emite todos los días programas en este idioma. En 1988, se estableció una academia de la lengua galesa y, en 1994, se introdujo el acta del Galés, en la que se le otorga la misma validez que al inglés y se convierte en ilegal cualquier acción discriminatoria contra un hablante de esta lengua.
La desconocida gastronomía galesa tiene en el puerro su ingrediente más apreciado, habiéndose convertido en su símbolo. Entre sus variedades culinarias destacan el laverbread (especie de crema producto de la mezcla de algas, avena y beicon servido sobre unas tostadas), el rarebit (tostadas con queso aderezadas con mostaza y cerveza) y las salchichas Glamorgan (una delicia vegetariana a base de queso, pan rallado, hierbas y puerros).