La primavera y el otoño son las mejores estaciones para visitar Grecia. Las condiciones son idóneas de Semana Santa a mediados de junio, cuando el tiempo es agradable y suave en la mayor parte del país; las playas y los monumentos están relativamente poco frecuentados, los transportes públicos funcionan con un horario similar al veraniego y el alojamiento es más económico y fácil de encontrar. También se goza de un buen tiempo entre finales de agosto y mediados de octubre, una vez acabada la temporada alta. En invierno, salvo en las ciudades más importantes, la animación disminuye drásticamente, puesto que la mayor parte de la infraestructura turística entra en hibernación desde mediados de octubre hasta principios de abril. No obstante, en las islas más concurridas, ciertos restaurantes, bares y hoteles permanecen abiertos anualmente.