La vida de los griegos está íntimamente ligada a las artes desde tiempos remotos; aún hoy en día, durante los meses estivales se representan tragedias en los teatros construidos en la antigüedad. La herencia de la literatura griega clásica abarca poesía, drama, tratados filosóficos e históricos así como crónicas de viajes. La fijación de la civilización occidental por la lógica y las ideas se remonta directamente a las meditaciones de los pensadores griegos, destacando el legado que dejaron Sócrates, Platón y Aristóteles. Las ciencias, las artes y la política estaban profundamente ligadas a la Grecia clásica. En nuestra época, el novelista Nikos Kazantzakis, autor entre otras de la célebre Zorba el griego, es uno de los escritores helenos más leídos. Existe asimismo una vibrante tradición poética en la Grecia contemporánea que incluye a Giorgos Seferis y Odisea Elytis, ambos distinguidos con el premio Nobel. Las artes visuales gozan de un gran auge; por su parte, la artesanía tradicional, como el bordado, los tejidos y la tapicería, mantienen su producción. La música rembetika, basada en la temática de la pobreza y el sufrimiento, fue proscrita por la junta de los coroneles, pero los jóvenes la han recuperado con gran ímpetu. El director de cine más aclamado es Theodoros Angelopoulos, entre cuyos títulos cabe mencionar El cuidador de abejas, Alejandro Magno, La mirada de Ulises y La eternidad y un día.
El griego es uno de los más antiguos de Europa, con una tradición oral de cuatro mil años y una escrita de tres mil. En la actualidad, la mayor parte de los idiomas indoeuropeos cuentan en su vocabulario con palabras de raíz griega, así como las disciplinas científicas en su léxico. El griego proviene de la adaptación de un dialecto meridional y difiere de forma sustancial del katharevousa, idioma artificial creado de forma muy aproximada desde el léxico antiguo, y que en su momento fue reivindicado por ciertos regímenes puritanos y conservadores del siglo XX. Este idioma sigue presente en la nomenclatura de las calles, y suele confundir al visitante.
En torno a un 98 por ciento de los habitantes del país pertenece a la iglesia ortodoxa griega; el resto de la población es católica, judía o musulmana. La religión está muy integrada en la vida cotidiana; así, el año griego se articula en torno a las festividades del calendario de la iglesia.
Gran parte de la herencia culinaria griega procede de los cuatrocientos años de dominación turca, en especial todo lo referente a los aperitivos y entrantes, como el tzatsíki (pepino con salsa de yogur) y el pulpo adobado con zumo de limón y aceite de oliva. Es posible adquirir fácilmente platos básicos y económicos, como el suvlákia (carne asada dentro de pan de pita) y la spanakopita (espinacas y pastel de queso). La comida más popular incluye la musaká (berenjena al horno con carne picada y salsa bechamel), tomates rellenos así como pescado y marisco frescos a la parrilla. El sostén principal de la dieta griega es la omnipresente horiátiki salata (ensalada campestre), con pepino, tomates, cebollas, queso feta y aceitunas. El yogur griego, similar a una crema agria, es delicioso y se puede encontrar con facilidad. La comida en Grecia se sirve invariablemente tibia.