Qué paseos y lugares conocer en Guatemala

Ciudad de Guatemala

La ciudad de Guatemala es la mayor aglomeración urbana de América Central. Se extiende por una altiplanicie con grandes barrancos, rodeada de valles. Como en todas las ciudades del país, se ha impuesto un estricto sistema cuadriculado en su trazado: las avenidas discurren de norte a sur; las calles, de este a oeste. La capital ha sido dividida en quince zonas, cada una con su propio sistema en damero.

Son escasos los edificios coloniales que se conservan en ella y, más que un foco de atracción para el turismo, las visitas a la capital guatemalteca se deben principalmente a que es el centro administrativo y de transportes. La Zona 1, la plaza Mayor, ejemplo clásico del esquema arquetípico de ciudad colonial española, constituye el centro ceremonial de la ciudad y en ella se ubican los comercios. El mejor día para visitarla es el domingo, cuando se llena de miles de vecinos que acuden a pasear, a comer helado, a sentarse en los bancos a descansar o a escuchar salsa, y que hacen caso omiso de los vendedores de chucherías. Junto a la plaza se encuentra el palacio Nacional, que actualmente está siendo restaurado para alojar un museo de historia nacional, y la catedral Metropolitana, con sus torres gemelas. En 1976, un terremoto destruyó el edificio original del mercado adyacente a la plaza y, en la actualidad, se emplaza en aquel lugar el desmesurado mercado Central, especializado en objetos turísticos.

Al norte de la Zona 1, resalta el parque Minerva, tranquilo y sombreado, una curiosa excepción en el mapa nacional. La Zona 10 alberga importantes museos, como el Museo Popol Vuh, que contiene una colección privada de arte maya y arte colonial español, y el Museo Ixchel, que exhibe un muestrario de la riqueza de las artes y costumbres tradicionales de los pueblos de las tierras altas de Guatemala. En la Zona 13, se encuentran el Museo Nacional de Arqueología y Etnología, con una valiosa colección de objetos mayas, y el Museo Nacional de Arte Moderno, que dispone de una colección de arte guatemalteco del siglo XX. A pocos kilómetros al oeste del centro, se pueden visitar las ruinas de Kaminaljuyú, un extenso emplazamiento maya de los períodos preclásico tardío y clásico temprano que ha sido cubierto en parte por la expansión urbana.

La mayoría de los establecimientos hoteleros de precio bajo y medio están situados en la Zona 1, mientras que los más distinguidos se hallan en la Zona 10. Los restaurantes caros y la vida nocturna se concentran en la zona llamada Zona Viva.

Antigua

Considerada una de las metrópolis más bellas de América, Antigua fue capital del país desde 1543 hasta 1776. Tras un terremoto devastador, se trasladó 45 km hacia el este, actual enclave de la ciudad de Guatemala. Edificada entre los tres grandes volcanes, Agua, Fuego y Acatenango, sus preciosos y todavía firmes edificios coloniales han resistido dieciséis terremotos y numerosas inundaciones e incendios. Durante la Semana Santa, Antigua se engalana; cubre sus calles con alfombras florales y decoraciones ejecutadas con serrín coloreado.

Sus iglesias han perdido mucho de su esplendor barroco, debido a los continuos trabajos de restauración que siguen a cada seísmo. A pesar de ello, siguen siendo imponentes, en especial la de La Merced, la de San Francisco y la de Las capuchinas (ahora museo). La Casa K’ojom contiene un museo de música, ceremonias mayas y objetos rituales. Los domingos, tanto oriundos como visitantes acuden al bullicioso mercado que se celebra en el parque Central, para hacer sus compras.

Chichicastenango

A una altura de 2.030 m, situada en las tierras altas y envuelta en bruma, se encuentra la ciudad de Chichicastenango (Chichi), rodeada de valles y montañas. Pese a su aislamiento, ha logrado mantenerse como un importante enclave comercial. El mercado del domingo es de los más sugestivos, ya que las cofradías salen en procesión en ese día. Los naturales del lugar han sabido aunar los ritos religiosos tradicionales mayas con el cristianismo; para disfrutar de estos rituales, los emplazamientos más aconsejables son los alrededores de la iglesia de Santo Tomás y el santuario de Pascual Abaj, levantado en honor al dios maya de la tierra. Durante estas procesiones ofrendan incienso, bebida y comida a los antepasados con el fin de asegurar la fertilidad de la tierra. El Museo Regional guarda cerámica antigua y estatuillas de barro, puntas de lanza de pedernal y de obsidiana, piedras para moler maíz y una exquisita colección de piezas de jade.

Quetzaltenango

Más conocido como Xela, Quetzaltenango es el centro comercial del suroeste de Guatemala, punto de partida para efectuar excursiones a los pueblos de alrededor, famosos por sus fuentes termales y su artesanía. El siglo XIX fue su época dorada como lugar clave para el almacenaje y el comercio de café, hasta que un terremoto y una erupción volcánica acabaron con aquella prosperidad. En los últimos años ha cobrado fama por sus escuelas de lengua española. Las principales atracciones turísticas de la ciudad son la plaza central y los edificios circundantes, un par de mercados de productos básicos y el parque Minerva, construido durante la presidencia de Manuel Estrada Cabrera (1898-1920), como tantos otros monumentos de este tipo, en honor a la diosa de la sabiduría, con la esperanza de inspirar así a la juventud guatemalteca. Del paisaje volcánico de Xela destacan los baños de vapor naturales de Los Vahos y Fuentes Georginas ; en sus proximidades se hallan el pueblo de Zunil, distrito de la confección en Guatemala, San Francisco el Alto y Momostenango, centro de producción de ropa de lana.

Flores

La ciudad de Flores, capital del departamento de El Petén, la zona selvática situada al noroeste, se levantó sobre una isla en el lago de Petén Itzá ; un puente de 500 m la conecta con la ciudad de servicios de Santa Elena, en la orilla. Flores es una urbe majestuosa, con la iglesia y el edificio gubernamental rodeando la plaza principal, que corona la colina en el centro de la isla. Fue fundada por los Itzaes y, en el momento de la conquista, quizá fuera el único centro ceremonial maya activo. El choque cultural con los europeos supuso la pérdida de buena parte del patrimonio originario y la dispersión de sus gentes por la selva, lo cual generó el mito de una ciudad maya perdida. En la actualidad, pueden darse paseos en barca con paradas en los distintos asentamientos de la laguna y visitarse las cuevas de piedra caliza de Actun-Can.

Panajachel

No hay que dejarse disuadir por el sobrenombre con el que se conoce a esta ciudad, Gringotenango (lugar de extranjeros), ni por la carencia de arquitectura colonial o de mercados coloristas. El imán turístico lo constituye la caldera del lago de Atitlán, un cono volcánico cubierto de agua. A partir de la época hippie, este lago rodeado de volcanes es el paraje predilecto de los viajeros más bohemios que, por lo general, encuentran el agua más fría de lo esperado. Desde la ciudad se pueden visitar poblados indígenas localizados en las orillas oeste y sur del lago. El destino más demandado para excursiones de un día es Santiago Atitlán, famoso por las indumentarias tan coloridas de sus habitantes y por un dios que fuma puros, llamado Maximón. La ciudad mercantil de Sololá ha atraído durante siglos a comerciantes; su plaza principal sigue rebosando actividad durante los días de mercado. Para hacerse una idea de la vida de estos pueblos, lo más idóneo es visitar Santa Catarina Palopá. El contrapunto lo pone San Pedro La Laguna, justo al otro lado del lago, cuyo principal atractivo radica en la mínima afluencia de público que recibe.